sábado, 15 de agosto de 2009

Nuestra lista de cosas necesarias para una boda (I)

Hace mucho tiempo leí en "A practical wedding" que no existen listas de cosas imprescindibles, que hay que cancelar la idea que tenemos de descargarnos una lista pre-fabricada de internet e intentar seguirala. Ya os comenté en la anterior entrada que hemos ido adaptando todas las tradiciones bodiles nosotros, para hacer algo que nos represente como personas y como pareja. Os escribo por orden cronológico cómo fuimos haciéndolo.

  • Los zapatos de la novia (julio de 2008)

Mis zapatos ya los habéis visto. Llegaron hace año y pico a mi vida, y he resistido la tentación de estrenarlos unas mil veces.

  • El lugar de la celebración (agosto de 2008)

Nuestra particular lista empezó el día que decidimos dónde celebrar la boda. Hasta la semana que viene, sólo os diré que es un espacio al aire libre en Madrid. Os contaré más después de la boda, respetad mi pelín de intimidad y entendedme.

  • Los fotógrafos (septiembre de 2008).
Al ser una boda al aire libre y siendo el sitio que era, la boda pedía a gritos fotógrafos que no hicieran el típico reportaje de boda. Pensamos en recuperar las fotos de familiares una vez acabada la ceremonia, en lugar de contrar a profesionales. Y justo en ese momento encontré a "Something in blue". Sus fotos son lo contrario a cualquier foto de boda: son vivas, alegres... captan la esencia del momento en lugar de repetir una y otra vez las fotos que todo el mundo ve mil veces en los álbunes de boda.

  • El vestido de la novia (febrero de 2009).

Vivísteis conmigo mis mil momentos de dudas en cuanto al traje de novia: que si de diseñador pero no de novia, que si sí de novia... al final es una cosa intermedia: un vestido de prêt-a-porter de AD, en satén de seda y tul. No es un vestido de novia, pero tampoco es un vestido de fiesta. Y no sentí mariposas en el estómago, ni supe que ése era mi vestido ni ninguna de las cosas que se supone que debía sentir. Pero me gusta: es sencillo y me queda bien.

(continuará...)
martes, 11 de agosto de 2009

Y quedan 11 días

Estoy tan centrada en el trabajo últimamente que se me había olvidado completamente el blog. Cuando me he dado cuenta (vamos, cuando me ha llegado el comentario de Yined preguntando dónde me había metido) llevo casi 10 días sin mirar un solo blog de bodas. Por primera vez en casi dos años!!! Increíble.


Tengo un montón de cosas que contaros, entre software que he encontrado, cosas gratis que se pueden utilizar y consejos, pero creo que hoy me voy a centrar en cómo hemos convertido algo tan tradicional como una boda en algo tradicional pero que dice mucho de nosotros.

Para empezar, rompimos todos los esquemas proponiendo un cóctel-cena en lugar de una cena de gala. Hemos estado en las suficientes bodas como para saber que la mesa de los amigos es la más divertida y que cenar con tus padres y hermanos, aunque entrañable, es algo que llevamos haciendo toda la vida. Pensamos en poner a los amigos en la mesa presidencial, pero no había mesas redondas de 50 personas. Pensamos en plegarnos a la tradición y sentarnos con nuestra familia, pero al final decidimos que lo queríamos era un cóctel-cena. Y parece que acertamos con la decisión, aunque la respuesta final en un par de semanas.

Sabéis que yo tenía desde el principio la idea de un vestido de fiesta más que un vestido de novia y lo conseguí. Es de AD. Voy mona, es lo suficientemente de novia para dar el aire necesario a la celebración, pero lo suficientemente de fiesta para que se note que es un día especial.

La ceremonia... bueno, es una boda. Lo único en lo que he insistido es que no queremos mesa, ni nada parecido a un altar. Y que no vamos a hacer como que firmamos un papel con validez legal. Sabéis que en algunos municipios no se pueden sacar las actas de matrimonio de los juzgados y ayuntamientos y el nuestro no es una excepción, así que hemos dicho la verdad: hacemos una ceremonia con nuestros amigos y familiares en la que afirmamos que nos queremos y que deseamos formar una familia (que nadie se sulfure, de momento de dos personas) y luego una fiesta. Si repasais el texto de la invitación, elegimos con todo cuidado las palabras para que no transmitieran lo que no es.

Hemos elegido a unos fotógrafos fuera de lo normal: estilo fotoperiodismo, colores vivos y con muy buenas fotografías. Decidimos tener fotógrafo oficial porque... bueno, para ver si por un día, alguien nos sacaba guapos en las fotos.

Prometo intentar sacar tiempo de debajo de las piedras para escribir estas dos próximas semanas. Yined, gracias por acordarte de mí.

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María
Empecé este blog en el 2008, cuando estabamos planeando nuestra boda. Y desde entonces, cambiamos de planes un montón de veces y hasta nos casamos! ¿Por qué vestir de blanco? Porque todas las revistas han terminado pareciéndome iguales, porque la inspiración aparece donde menos te lo esperas. Porque nos casamos. vestirdeblanco@gmail.com
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